En el Estado de México, desde su creación como entidad federativa, los servicios educativos han sido ofrecidos por los diversos gobiernos, quienes han pugnado por lograr mejores niveles de vida de la población, a través de las distintas dependencias que lo conforman; por lo que la administración pública estatal ha venido adaptando su estructura, para que su organización y funcionamiento respondan con mayor eficacia y eficiencia a las condiciones económicas políticas y sociales, así́ como a las demandas de bienestar y crecimiento que presenta la población de la Entidad.
En 1981, se promulga la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de México, en la cual se establece una reforma y reestructuración del aparato público, creando nueve Secretarías y una Procuraduría General de Justicia.
Una de estas dependencias fue la Secretaria de Educación, Cultura y Bienestar Social, a quien le correspondió la planeación, dirección y vigilancia de la educación a cargo del Gobierno y de los particulares; la revalidación de estudios; el registro de profesionistas; el fomento de la investigación científica; la promoción y establecimiento de bibliotecas, museos y casas de cultura; la administración de los asilos e instituciones de beneficencia; la organización y fomento de la enseñanza y práctica del deporte, entre las atribuciones más importantes.
En 1997 la demanda escolar iba en aumento y los retos que presentaba el sector educativo en la entidad estaban enfocados en el crecimiento de la infraestructura educativa en todos sus niveles, se requería fortalecer y vincular de mejor manera los programas académicos y procesos administrativos, que elevaran la calidad del tipo medio superior y superior.
Por ello, se necesitaba de una nueva articulación del aparato administrativo, fue entonces que tuvo lugar la creación de dos Subsecretarías, una de Educación Básica y Normal y la otra de Educación Media Superior y Superior, mejorando con ello la eficiencia operativa de la Secretaría de Educación, Cultura y Bienestar Social.
Ante la evolución de la demanda y la dinámica poblacional, primero en 2016 y luego en 2019, la Secretaría de Educación se reestructuró en sus áreas fundamentales. Las dos subsecretarías sustantivas se subdividieron para crear la Subsecretaría de Educación Media Superior y la Subsecretaría de Educación Superior y Normal que incluye ahora a las escuelas Normales. En el caso de la Subsecretaría de Educación Superior y Normal, esta reestructuración permitió alinear esquemas de trabajo, unificando enfoques y lineamientos generales a la Educación Superior de la entidad.
Con esta última reestructuración, la Subsecretaría de Educación Superior y Normal se integra actualmente de dos Direcciones Generales (Dirección de Educación Superior y Dirección de Educación Normal y Fortalecimiento Profesional), tres Direcciones de Área (Dirección de Apoyo a la Vinculación, Dirección para el Desarrollo de Educación Superior, Dirección de Fortalecimiento Académico y una Subdirección (Subdirección de Educación Normal). Así mismo, cuenta con 3 Unidades de apoyo, las cuales son: Unidad de Infraestructura, Unidad de Apoyo Académico a la Educación Superior y Normal y la Unidad de Planeación y Escuelas Incorporadas.